La muy Noble y Leal Villa de Lekeitio fue fundada en 1325 por lo que pronto celebrará su 700 cumpleaños. Desde sus orígenes, siempre ha estado conectada al mar, bien faenando por la pesca, desarrollando la industria naval o valiéndose de su cercanía para ayudar en el fomento del turismo.  La tradición pesquera queda avalada por muchos siglos en los que fue el segundo puerto pesquero más importante de Bizkaia, si bien a finales del siglo XX, la escasez de capturas provoca la crisis en la industria pesquera, reduciéndose el número de barcos de bajura de 15 a 1 en la actualidad. Nota, al menos 3 marinos de Lekeitio viajaban en la nave Santa María que Cristobal Colón utilizó en su primer viaje a América. Además de la pesca, el otro foco de actividad económica ha sido el turismo, especialmente desde que algunos personales de la realeza europea, como Zita, última emperatriz de Austia-Hungría, arribaran a Lekeitio

Las actividades lúdico-culturales son habituales en Lekeitio, especialmente en la época veraniega, pero no sólo. A las fiestas patronales en honor a San Pedro el 29 de Junio (con la célebre ceremonia de la Kaixarranka) y San Antolín, del 1 al 8 de Septiembre, con la celebración del Antzar Eguna (día de los Gansos, cuya antigüedad se encuntra documentada desde hace 3 siglos y medio, siendo probablemente bastante anterior) se unen otras actividades como el Festival Internacional de Teatro de Calle, el festival de Cine y Video en Euskera, Semana del coro Itxas Soinua, la Euskal Eskontza (boda vasca), los Carnavales, o la fiesta exclusiva de Lekeitio Katu Baltza (Gato negro, justo después de Todos los Santos - Halloween), el triatlón de Lekeitio, la carrera De Ondarroa a Lekeitio o las regatas de Traineras. Además, la Basílica de Lekeitio presenta el tercer mayor retablo gótico esculpido, tras los de las Catedrales de Sevilla y Toledo, y ex-aequo con el de Oviedo. No hay proporción entre el tamaño de la basílica y el tamaño del pueblo (alrededor de 1000 habitantes cuando se construyó!!!)
Faro de Santa Katalina
Este centro de interpretación de la técnica de la navegación nos da la oportunidad de experimentar la sensación de los marineros que, perdidos en la mar, ven la luz del faro, que les devuelve a casa. A través de los medios tecnológicos del Faro de Santa Catalina, el visitante puede aprender los fundamentos básicos de la navegación desde la antigüedad, ponerlos en práctica en un viaje virtual en barco desde Elantxobe hasta Lekeitio, conocer las señales marítimas en un taller y ver una puesta de sol maravillosa desde la terraza del faro.

La desembocadura del río Lea, la isla de San Nicolás, junto con la bahía, el puerto y las playas conforman un paisaje extraordinario que hay que disfrutar con calma.  La isla se puede visitar con marea baja (ojo con las mareas!!!) pasando por Lazunarri (malecón que une la playa de Isuntza con la isla) o directamente desde la playa de Karraspio, si bien en este caso hay que mojarse un poco los pies.Paralelo a la desembocadura del río Lea discurre un sendero que si nos animamos nos puede llevar hasta el pueblo de Aulestia, unos 12 kms hacia el interior bordeando bonitos paisajes naturales y arquitectónicos, como el palacio de Zubieta. Este recorrido es aún más bonito si se hace en piragua, aunque sólo es navegable el tramo de ría, unos 2 kms.La playa de Karraspio bien merece un paseo. Parcialmente protegida de mareas por la isla y con el puerto y el pueblo a la vista, su tamaño varía en función del marea y en ciertos momentos de la misma es posible disfrutar del surf y casi siempre del bodyboard. Desde allí podemos ver esconderse el sol tras el monte Otoio que con sus casi 400 metros es una visita obligada para todo montañero, ya que junto a su cima se presentan unos barrancos espectaculares y en el trayecto a la cima se puede acceder a la Atalaya, desde donde el atalayero informaba del avistamiento de las ballenas.El rompeolas (Tala) libra al puerto de la influencia de las olas en los peores días. Pero incluso cuando hay temporal en el Cantabrico se puede disfrutar de Lekeitio viendo la rompiente de las olas contra la Tala (Preferentemente en días con coeficiente > 100)

No disfrutar de la gastronomía en Euskadi es incluso difícil. A los pintxos que se pueden encontrar en casi cualquier bar, hay que sumar una importante oferta gastronómica a buen precio (Emperatriz Zita, Mesón Arropain, Prim, Egaña, Lumentza, Mantxua, Erkiaga, Beitia Barri....) y la posibilidad de comprar en el mismo puerto, pescado fresco recién cogido la madrugada previa.